Procedimiento:

1. Hierva agua en una olla mediana, agregue la pasta y cocine según el paquete. Una vez cocidos, escurra y agregue un poco de aceite de oliva (para evitar que se peguen), enfríe y reserve.
2. En otra olla mediana o en una sartén profunda a fuego medio, agregue la mantequilla, la sal, la pimienta negra, la paprika y la harina, batiendo hasta que estén combinados y quede una textura pastosa.
3. Vierta lentamente la leche, batiendo con frecuencia hasta que no quede grumos, aproximadamente 2-3 minutos. Reduzca el fuego y agregue el queso oaxaca, revolviendo (con una palita de madera o una espátula) hasta que esté completamente derretido y suave, aproximadamente de 4 a 5 minutos.
4. Agregue la pasta y revuelva hasta que esté bien cubierta, combinada y cremosa.
5. Enfríe la pasta en el refrigerador durante 30 minutos y luego, con una cuchara para galletas, forme bolitas con los macarrones y colóquelos en una bandeja para hornear o plato.
6. Llévelos al congelador durante 30 minutos para que se endurezcan.
7. Pase las bolitas por harina, huevo y luego por pan molido.
8. Caliente al menos 5 cm de aceite en una olla de fondo grueso. Con mucho cuidado podrá ver que el aceite está caliente agregándole una gota de agua y este empieza a burbujear.
9. Trabajando en tandas, coloque suavemente de 3 a 4 macarrones con queso en el aceite y fríalos durante 4-5 minutos por tanda, hasta que estén dorados. Retírelos con unas pinzas y escúrralos en un plato forrado con papel toalla.
10. Espolvoree con cebollín, sirva caliente y ¡disfrútelo!
11. ¡A disfrutar con Bionda, el sabor que se nota!